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Archivo de la etiqueta: anantxu zabalbeascoa

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La arquitectura, por seria que parezca, en muchas ocasiones, esta hecha de pequeños detalles, casi anécdotas, capaces incluso de dar lugar a grandes obras. Puede que la revelación de esas, «pequeñeces», la haga más amable, como titulan desde el blog del_tirador_a_la_ciudad – Arquitectura amable (y casi diaria). En realidad, lo que ahora Santiago de Molina compila en su libro, Múltiples estrategias de arquitectura, parecen, desde la contraportada (su blog) un compendio de anécdotas compositivas, consejos proyectuales, pinceladas históricas, reflexiones espaciales, ensayos creativos, garabatos filosóficos,  tuits estructurales… Pequeñas lecciones de arquitectura que imparte no sólo en la universidad sino dentro de esas paredes abiertas a la red, donde en realidad, como apunta, no se trata de generar conocimiento puro, sino de entusiasmo.

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maestro mirallesCon un cierto retraso, rescato algunas lecciones dando más valor a éstas que al hecho de acertar la fecha concreta. Sin embargo, trece años han pasado ya desde la desaparición de Enric Miralles.  La fundación que lleva su nombre ha puesto a buen recaudo sus maquetas y dibujos. Por suerte, sus palabras no pueden archivarse y esa personalidad, tan espacial, de la que hablaba Victor Garriga, hace que su legado siga en expansión a través de quienes recogieron las lecciones del maestro. Una muestra, tan breve como valiosa, la consiguió Anantxu Zabalbeascoa de algunos alumnos aventajados. Retazos de esas y otras invenciones se suceden bajo éstas líneas.

«Los arquitectos aprendemos la historia dibujando, calcando con un papel vegetal todas las plantas y todas las fotos de los libros. Es así como se aprende de verdad la historia…» (Enric Miralles a Manuel Bailo y Rosa Rull)

… lo más importante es el camino, el proceso, la dinámica de mirar, hacer y revisar constantemente en un constante reinventarse que ahuyente los lugares comunes y nos de las respuestas que necesitamos en cada momento. El proceso es mucho más rico, pero también más complejo y hasta confuso, pero creer en el camino siempre te acaba llevando a lugares sorprendentes que no podías imaginar al iniciar el recorrido, y esta es la única manera de dar una respuesta adecuada a una pregunta verdaderamente nueva, jamás antes pronunciada. (Enric Miralles para Xavier Claramunt. Equip)

(sobre las variaciones de retratos de Giacometti) …»algo de este modo de trabajar de Giacometti he intentado en estos proyectos, no en todos. Quizás más en aquellos en donde el dibujo aproximado y vago es más importante… (Enric Miralles)

Yo cambiaría la palabra de idea por la palabra diálogo, conversar más que idea. Seguramente la peor parte de un proyecto es el carácter de imposición (…) entonces lógicamente no se puede dialogar, preguntar (…) Muchos de mis proyectos se construyen de esta manera: dialogando con lo que existe” (Enric Miralles)

Se avanza por sucesivos comienzos (Enric Miralles)

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via edgargonzalez – realidadesinexsistentes

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Después de unos días en Suiza y un par de visitas a Basilea, territorio Herzog & de Meuron, he dado rescatado aquella valiosa entrevista de Anantxu Zabalbeascoa al que asume el papel mediático dentro del estudio transalpino, Jacques Herzog. Según sus palabras, en un estudio que la entrevistadora describe como espartano, dividido en diferentes ambientes, permite cambiar de mentalidad y hacer arquitectura experimental, huyendo de la rutina y valorando ese ‘probar’ como su mayor aportación. Manifiesta no saber hacia donde van pero define sus obras como edificios sastre, variando sus respuestas para responder de verdad, con economía y mucha sensualidad. La curiosidad y la apertura mental les condujo al éxito, con la Tate Modern, al trasladar el minimalismo al campo de la arquitectura, haciendo de este gesto una moda que definió el hacer suizo. Ahora, huyendo de lo conocido, están en plena experimentación formal, manteniendo la admiración por otros campos, intentando hacer las cosas desde otro ángulo, acompañando esa cantera llena de formas posibles de una exploración conceptual, porque en arquitectura las cosas tienen que tener un sentido. Admite una inevitable pérdida de control, que no consideran mejor o peor sino diferente. Aborda el tabú sobre la sucesión de esa mitad estudio, mitad empresa, tomando la moda como ejemplo donde la marca sobrevive con éxito al sastre del que hereda su nombre y buen hacer. La entrevista continúa, no sólo salpicada de palabras en español, sino de claves que reproducir en cursiva lo que merece subrayarse en negrita. Pero, sobretodo, llena de ese deseo que lleva a los grandes hasta esas cimas, disfrutar del riesgo, de mantenerse vivos, alerta, intentando hacer lo mejor posible con las condiciones de las que partes, libres de obsesiones que tratan de entender para airearlas después. Con la loable voluntad de continuar y seguir dudando.

entrevista via ElPaís – No nos interesan las burbujas. Queremos seguir dudando

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Se dibuja una sonrisa al ver como este septuagenario y notable arquitecto inglés, sin levantar su aguda voz como educado sir, sigue agitando la escena con sus charlas, entrevistas, escritos, proyectos y edificios. Peter Cook se reconoce moderno antes de ser arquitecto (ya admiraba a Le Corbusier sin haber pisado una escuela de arquitectura) y junto al resto del grupo Archigram ha inspirado a generaciones de estudiantes y profesionales. Hoy, sigue al pie del cañón, considerado acertadamente como un gran innovador, cuyas palabras le delatan como un inquieto observador, un personaje travieso capaz de ingeniárselas para construir esos difíciles espacios que, sin función definida, están llenos de posibilidades. Hace unas semanas que una entrevista via architectural-review revelaba algunos de estos datos de su biografía y, días después, está excepcional entrevista en ElPaís [La arquitectura debe incluir también vida] sorprende, ilusiona e inspira optimismo y esfuerzo por invertir la situación con frases como la que titula esta entrada. El vaso medio lleno, el optimismo como elemento necesario para sobrevivir a esta profesión, admitiendo que lo imaginativo es más complejo, que el cambio y la renovación son inevitables, defendiendo la travesura, creyendo que la arquitectura no sólo tiene que funcionar sino que debe llevar los extras del optimismo y la imaginación. Eligiendo ser más optimista si cabe en estos momentos difíciles. 

No es la primera vez que Audi se interesa por el futuro de su empresa y por el de la ciudad sobre la que circula. Su Audi Urban Future Initiative ya invitaba a sociólogos y arquitectos a reflexionar sobre el automóvil en la ciudad del futuro, aunque antes ya existían propuestas con nombres y planteamientos interesantes, véase aquella chip city. Y es que tan jugosa cuestión sigue sobre la mesa del constructor alemán quien continúa invitando a aquellos que, paradójicamente, tienden a buscar alternativas al coche en lugar de simplemente disfrutar de su conducción. En esta nueva tormenta de ideas hay quien quien compara el fútbol del Barcelona con el futuro comportamiento no cartesiano de los automóviles o quien se pregunta si Apple se atreverá con un i-car. El artículo El porvenir del coche en la ciudad, que escribía ayer Anantxu Zabalbeascoa en EL PAÍS.com, da mucho que pensar y refleja lo que queda por hacer y las bases que se están construyendo, aunque sea mentalmente.

Después de entrevistas como la de Souto de Moura, todo un premio Pritzker, alguien se ha fijado no sólo en la arquitectura de casa sino en esa que, aunque suficientemente premiada, es joven, emergente y a la vez contenida. Las preguntas que realiza Anantxu Zabalbeascoa tienen respuestas directas como la que da título a la entrevista, «Uno proyecta edificios como es«. Nada de palabrería, tecnicismos ni teorías icónicas; simple y llana arquitectura, lo más difícil en estos días. El de josé maría sánchez garcía es un retrato del éxito de la contención, del rigor matiza,  de alguien que ha tenido la oportunidad de viajar fuera, compartir algo con Zumthor y entender bien los sacrificios de esta profesión. Quien a sus 34 años aconseja por encima de todo, no perder la ilusión, sabe lo que es mantenerla intacta y no morir de éxito. 

Ser Arquitecto es un oficio que no se hereda, ni se aprende, sino que se inventa para uno mismo (Francisco Javier Sáenz de Oiza)

Esta es una de esas frases que multiplican las interpretaciones y dan pie a repensar nuestra visión de la profesión, y de nosotros mismos. Así lo entendió Marta Poch, protagonista de la última entrada Del tirador a la ciudad dentro de la serie que retrata a esos «Otros arquitectos«, donde proyectistas con ocupaciones atípicas cuentan cómo y por qué llegaron hasta su actual dedicación. Un conjunto de relatos que parecen zarandear esa visión tradicional del arquitecto inevitablemente vinculado a los planos y el casco de obra. Un ejemplo más de re-invención personal, que introduce a la perfección esta cuarta entrega la frase de  Marta Poch, «Ser arquitecto se inventa».

Meses después de ser premiado con el Pritzker, Souto de Moura concede una extensa entrevista en ElPaís donde repasa su relación con su maestro, Alvaro Siza, la situación de Portugal, el estado actual de la arquitectura, su dilatada carrera y sus últimos pasos. Reconoce ante sus obras recientes la idea de experimentar, cómo ha descubierto tras realizar el metro de Oporto un mundo no cartesiano y ha decidido lanzarse a probarlo.

Sin experimentar, la profesión es muy aburrida. Y como el mundo no es blanco y negro, se pueden probar otras cosas.

…He transformado mi estudio en un laboratorio. De cada proyecto hacemos cuatro maquetas diferentes.

… Me divierto, y para aguantar es fundamental disfrutar. Hemos pasado un periodo de lamentos por incomprensiones. Pero llegado un punto hay que reaccionar. No valen más lamentos. Jamás pensé que en la vida haría un edificio rojo.

Internacionalmente reconocida, la figura de Rafael Moneo despierta un respeto que no acompaña un seguimiento mediático de su obra. Puede que ocurra, como él mismo afirma, por sentirse sólo dentro de esa «visión de los edificios solo con contenido icónico que ha estado tan presente en la segunda mitad de los noventa y la primera de los 2000». Y es que esa arquitectura decorosa como él mismo la define en su entrevista con Anantxu Zabalbeascoa via elpaís, nunca ha intentado llamar la atención sino que inteligentemente ha entendido la relevancia relativa que tiene una obra afectada por una multitud de factores ajenos a la mano del arquitecto y, principalmente siendo muy consciente de esa «importancia que tiene el leer el continuo de la ciudad, entender la ciudad como algo que inevitablemente tiene que ver con cómo se han movido las cartas en el pasado predisponiendo un cierto futuro». Cuidadas palabras las de este maestro español capaz de construir clásicos imperceptibles, de intentar evitar las obras prescindibles y de escapar a esa omnipotencia que tanto abunda hoy. Estas opiniones de Moneo merecen la pena ser releídas para entender todo lo que sus obras contienen y no somos capaces de valorar.

Antonio López dice una cosa iluminadora: dice que Velázquez no tiene una sola obra prescindible. Hay tan pocos artistas así… (Rafael Moneo)

Escribe Anantxu Zabalbeascoa una colorida reseña de un libro de título adivinatorio, tras el muro blanco. Parece que sus autores, Marina Morón (echa un ojo a su web) y Jesús Marina, han querido descubrir lo que se esconde al otro lado del ese otro tópico opuesto al de los arquitectos vestidos de negro. Puede que tras él hayan encontrado las claves de su uso o desuso. Por si las casualidades no son tales, un fotógrafo que se mueve entre la ausencia y la esencia del color a aparecido a mitad de la lectura. Matthias Heiderich captura con intermitencia la presencia del color con un equilibrio que los arquitectos deberíamos aprender antes de usarlo por doquier.

fotos de Marina MorónHeartbeatbox© – via deltiradoralaciudaddailyicon