El segundo tropiezo semanal con un artículo de la, hasta ahora desconocida, revista PISO, se da de bruces con toda una nueva generación de arquitectos emergentes, con estudios pequeños y obras frescas y cuidadas, que reverdecen los rincones de la capital británica. Muchos, tras haber pasado por los estudios más internacionales de la ciudad, ahora se hacen un nombre por cuenta propia; Carmody Groarke, 6a architects, Witherford Watson Mann, plasma studio o Duggan Morris, siguen a aquellos que, un paso por delante, ya cuentan con algunas obras construidas, de las que también da cuenta este número; Tony Fretton Architects, Sergison Bates Architects, Jonathan Woolf Architects o Caruso St John Architects. Todos ellos completan este recorrido mono(geo)gráfico por los bocetos, proyectos y obras de esta nueva generación londinense.
El blog Hic* publica recientemente dos entradas sobre implantaciones, mostrando ejemplos de este ejercicio de situación de la arquitectura que a menudo se resuelve con la extrusión simple de las alineaciones marcadas. Rara vez el volumen creativo se rompe en busca de retranqueos, vacíos, curvas o paisajes distintos de los que ya estaban previstos en la ciudad uniforme. Sin embargo, el lugar está lleno de líneas que dibujan las formas de un entorno que intenta escaparse de lo establecido. Los tallos y las hojas con las que Enric Miralles imaginó la implantación del Parlamento de Edinburgo constituyen uno de los mejores ejemplos para despertar una postura distinta frente a ese boceto de situación. Recordaba un conversación en El Croquis, donde el maestro catalán contaba una de sus clases en Frankfurt. Primero pedía a los alumnos elaborar un proyecto sobre una parcela, para poco después pedir que lo trasladaran a otro lugar, (o parte de él o sólo determinados elementos-fragmentos) que se veían entonces frente a otro contexto. Esta didáctica estratagema revelaba las verdaderas reflexiones sobre el ejercicio de implantación, sobre la conexiones y relaciones que se crean entre el proyecto y el lugar, así como la naturaleza de la propia obra. Una lección ejemplar para aprender cómo (plantantim)plantar edificios en el lugar.
Después del éxito del The High Line de Nueva York, el trío formado por el arquitecto jefe de RAAD James Ramsey, Dan Barasch de la red social de innovación PopTech y el promotor R. Boykin Curry IV, pretenden el más difícil todavía. Un parque que discurrirá igualmente sobre unas vías, pero en esta ocasión a varios metros bajo tierra. Utilizando las nuevas tecnologías de fibra óptica y tubos solares pretenden iluminar una estación abandonada del metro para crear este parque subterráneo. En medio de un paisaje de líneas de metro y pilares de acero, un oasis subterráneo.
Los trabajos de takeshi hosaka parecen pequeños bocetos de ideas más grandes. Sin ser revolucionarias, merecen un vistazo, una breve reflexión, una atención sobre un cierto potencial contenido. Su última vivienda está llena de ventanas diminutas, parece que cada día pudieras mirar por una, crear corrientes distintas abriéndolas al azar, mirar pedazos de nubes sin poder imaginar sus formas completas. Los espacios interiores sugieren una torre sin fin, donde los espacios se apilan, crecen hasta el infinito y, sin embargo, la sección no engaña, sólo tiene dos plantas, bueno, tres; la cubierta habitable permite emerger de este cubo al cuadrado. +info via designboom
Descubrir el Jane’s Carousel, perfectamente restaurado pero inmóvil, aparcado tras un cierre metálico en un bajo cualquiera de DUMBO, era una de las sorpresas del paseo por esta zona de Nueva York. Hace una semana sus caballos escaparon en busca de aire libre y buscaron su sitio con vistas al Hudson bajo el amparo de un pequeño proyecto que esconde más de lo que aparenta. Una caja escaparate, de escala engañosa, que distorsiona el paisaje de Manhattan tras sus ventanales acrílicos y se convierte de noche en una linterna mágica, proyectando sombras ecuestres, de la mano de AV&C, son las señas de este tiovivo que recupera la magia de antaño con la imaginación de Jean Nouvel. Resulta sorprendente que todo un Pritzker, a la edad de jubilación, retenga la mirada de un niño, después de la vuelta inaugural, y sorprendido aún por la experiencia creada, explique con ilusión las ideas de un diseño con escala de opera prima pero madurez de maestro.
Al escuchar que en su niñez creaba edificios, ciudades, carreteras y prácticamente cualquier cosa con pedazos de madera que luego servirían para encender la chimenea de su abuela, es posible entender mejor porque Frank Gehry, hace lo que hace. Debajo de esos pliegues y curvas imposibles que crea intuitivamente, incluso caprichosamente, delante de una maqueta de papel brillante (como se puede ver en un documental indispensable como Sketches of Frank Gehry) debe haber algo más. La exposición en Hong Kong, Frank Gehry – outside the box, ha resultado una oportunidad de volver a estudiar los procesos de creación de este controvertido arquitecto estrella. Es innegable que pertenece a ese grupo de star architects que firman autógrafos, como edificios, en ciudades de todo el mundo. Pero si somos capaces de, como titula la exposición, ver fuera de la caja, fuera de lo aprendido, olvidándonos de estilismos, dogmas o funcionalismos, es posible que descubramos una interesante y verdadera arquitectura potencial tras las cáscaras de titanio y bajo las informes apariencias. Las maquetas de trabajo, sin vestidos plateados o vítreos, que esconden papeles pegados con celo o bloques de madera fijados con pegotes de cola, permiten acercarnos a una generación espacial y funcional de esas espectaculares bodegas, bloques de viviendas, museos, auditorios… Entonces es posible que podamos adivinar un sistema para acercarnos a su obra, siendo capaces de interesarnos por unos procesos que si bien parecen más cercanos al arte, efectivamente, pueden ser capaces de crear nueva información. Al final del documental sobre esos bocetos de Gehry se esconde una frase que confirma la cita que días atrás valoraba a los irracionales.
Cuando la gente viene a verme… Quieren saber cómo llevarse mejor con la vida. Cuando un artista viene a mi, quieren saber cómo cambiar el mundo.( Dr Milton Wexler – psicólogo de Gehry)
Si ayer hablábamos de maquetas, hoy son las escenas y personajes que dan vida a aquellas las que ocupan una entrada. Los patrones de cartón que recorta Terada Mokei dan lugar a pequeñas historias, pasajes de andén, partidillos de fútbol, paseos por el parque o tardes a la sombra de ciruelos en flor. Creaciones para cortar y pegar que ahora puedes comprar directamente en su tienda onliney una web en la que descubrir en su sección photo sharing, hasta donde lleva la imaginación a estas figuritas de cartón.
Buscando una obra de Rafael Moneo he caído en el blog de Andrea Sanglas, quien firma la maqueta de las bodegas Chivite. Esta maquetista de Barcelona recopila, a parte de creaciones propias, sugerencias y métodos ajenos que ayudan a inspirar estas reproducciones, que no son tales. Y es que las maquetas, en su escala diminutamente precisa, o generosamente abstracta, no aspiran a reproducir los edificios resultantes, sino que tratan de sugerir una sensación del espacio, inferir una forma sobre un vacío urbano de apenas una cuartilla o transmitir la escala humana con personas de juguete que habitan esa idea del arquitecto. Los ejemplos son innumerables y aunque, a posteriori, resulten obvios, a priori requieren una delicadeza especial capaz de materializar una idea espacial en un pequeño objeto, a veces un simple papel plegado. Es de agradecer que alguien recopile esas pequeñas maquetas con las entradas de un blog, y reflexionar sobre ellas.
No es la primera vez que Audi se interesa por el futuro de su empresa y por el de la ciudad sobre la que circula. Su Audi Urban Future Initiative ya invitaba a sociólogos y arquitectos a reflexionar sobre el automóvil en la ciudad del futuro, aunque antes ya existían propuestas con nombres y planteamientos interesantes, véase aquella chip city. Y es que tan jugosa cuestión sigue sobre la mesa del constructor alemán quien continúa invitando a aquellos que, paradójicamente, tienden a buscar alternativas al coche en lugar de simplemente disfrutar de su conducción. En esta nueva tormenta de ideas hay quien quien compara el fútbol del Barcelona con el futuro comportamiento no cartesiano de los automóviles o quien se pregunta si Apple se atreverá con un i-car. El artículo El porvenir del coche en la ciudad, que escribía ayer Anantxu Zabalbeascoa en EL PAÍS.com, da mucho que pensar y refleja lo que queda por hacer y las bases que se están construyendo, aunque sea mentalmente.
Pudiera pensarse, hasta ahora, que era la moda la que influía en la arquitectura en forma de patrones, texturas, materiales y demás condiciones efímeras que pasaban a formar parte de la escenografía, el ornamento o el diseño de interiores. Sin embargo la colaboración entre AMO y PRADA sigue derribando barreras y ha ido más allá de la creación de nuevos modelos de pasarela, pabellones, edificios o exhibiciones conjuntas. La nueva campaña para la temporada que viene, Real fantasies, delata una estética que se puede encontrar en los collages, montajes y maquetas de la firma de arquitectura holandesa, oma.nl, y que tienen su origen en las obras del maestro del collage, pionero del pop art británico y recientemente fallecido, Richard Hamilton. El vídeo presentación de la campaña cuenta además con la colaboración artística del hijo del maestro holandés, Jeroen Koolhaas, conocido por aquellas favela paintings, y con una intensa banda sonora de la mano de Frederic Sanchez. ¿Arquitecturas que influyen en la moda?, fantasías reales.
jesarqit 