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elbuscadordearquitecturas

La coherencia no siempre construye el día a día, de otro modo resultaría difícil entender, entre otras muchas cuestiones,  la planificación y construcción de la ciudad contemporánea en un mundo digital de redes inalámbricas y teléfonos móviles. Ha tenido que ser un ente externo como Google quien, primero, junte a dos jóvenes talentos como Bjarke Ingels (BIG) y Thomas Heatherwick (Heatherwick Studio) para que trabajen conjuntamente (práctica poco común en una profesión donde tradicionalmente abundan los egos) y segundo, apostar por una arquitectura ligera y móvil bajo grandes estructuras tensadas y traslúcidas que controlen el clima y se abran al entorno tratando de crear un espacio público en contacto con la comunidad. Parece que el proyecto de Norman Foster para Apple, poco tiene que ver con éste que plantea uno de sus grandes competidores el mencionado mundo digital. Una apuesta que, en coherencia con sus sistemas y funcionamientos internos, se encamina hacia entornos abiertos e impredecibles, flexibles e indeterminados que tienen, sin que haya sido mencionado, un referente utópico en aquellas propuestas de «ciudades andantes» o «enchufables» con las que teorizara Archigram antes si quiera de que internet conectara dos ordenadores.

vía googleblog 

bjarke ingels

Casi al final he cambiado el título de la entrada pensando en la coincidencia que existe entre el nombre del estudio danés y el título de aquella película en la que un joven Tom Hanks encarnaba a un niño de instituto atrapado en un cuerpo de hombre. Aquel niño con apariencia de adulto que era capaz de revolucionar una empresa de juguetes me ha hecho pensar si también un niño que juega con legos y dibuja comics en sus libretas esté atrapado en el cuerpo de Bjarke Ingels tratando de revolucionar, en este caso, la escena arquitectónica. Parece que el discurso del danés está calando, que la arquitectura puede ser sencilla sin caer en lo simple, y que cuando se sale del estudio para involucrar a la gente en la creación de sus propios entornos, incluso cuando las ideas rozan la utopía, la sociedad responde y la arquitectura se democratiza participando de este juego. Ilusiona pensar en que la arquitectura vuelva a devolver ese poder a la sociedad pudiendo construir un mundo de sueños donde los deseos, como en la película, se hacen realidad.

mirUn buen amigo me remitió esta semana a la web de unos noruegos, mir.no, que describen lo que hacen como una visualización natural.  En la conversacion-entrevista que Ronen Bekerman tuvo con los dos socios fundadores, éstos admiten el papel que juegan los elementos naturales en sus imágenes pero ponen más énfasis en la necesidad de contar con cierta libertad creativa y en generar momentos por encima de los puntos de vistas. Sin descuidar la técnica, deben la sutileza de sus «renders» y post-producciones a una sensibilidad artística difícil de encontrar incluso entre las influencias que mencionan, como Labtop o Luxigon. Un carácter que se debe a la búsqueda de inspiración fuera de la propia disciplina. Es a través de la fotografía, la moda o el arte como logran asociar imágenes y conceptos, ligar atmósferas e ideas, espacios con sentimientos. Despertando así las emociones que se esconden en una perspectiva virtual.

mir_big

mas BIG de lo que parece

Varios artículos recientes tratan de averiguar que hay detrás del éxito vertiginoso que ha tenido hasta hoy Bjarke Ingels; un subversivo treintañero danés que se presentó con una versión cómica del lema miesano, «Yes is more», y que admite haber leído antes el S,M,L,XL de Rem Koolhaas que algo de Le Corbusier. Si bien la historia es cronológica, el orden de las lecciones aprendidas no altera el producto aunque éste a veces parezca demasiado simple, reducido a un par de viñetas y diagramas, como para expresar ese conocimiento adquirido sumado a la habilidosa metamorfosis que sufren los requerimientos del cliente hasta convertirse en un icono. El optimismo, la versatilidad o el pragmatismo son algunos de los ingredientes de la fórmula BIG además de un estudiado negocio, también en proceso de crecimiento gracias a la CEO Sheela Søgaard. Es interesante leer como «se transforma el idealismo y la habilidad en un buen negocio» de primera mano; apartándose de la bancarrota, que ha afectado a tantos y famosos estudios, buscando un beneficio contenido y equilibrado, sabiendo como crecer, como ser una empresa madura y como generar un negocio escalable capaz, sobretodo, de mantener el entusiasmo. Paralelo al modelo de negocio, una filosofía que combina la adaptación al cambio de Darwin con la reafirmación del yo, y por tanto de la sociedad, de Nietzsche, cuya puesta en práctica ha creado proyectos capaces de acaparar miradas y medios en tiempo récord, pero que tendrá que demostrar que es capaz de mantener tal nivel de sorpresa y admiración con el paso del tiempo.

via grasp.dk – Turning idealism and skill into good business

via grasp.dk – Yes is more the philosophy of Bjarke Ingels Group

via miamiherald – Only 38, Danish architect Bjarke Ingels has amassed a portfolio and recognition that sets him apart

mas BIG de lo que parece_big

A riesgo de repetirme intentaré concluir algo con unos puntos suspensivos. Después de escribir hace más de dos años una entrada sobre el metal inflado de Oskar Zieta y hace un par de meses esta entrada sobre coches y ciudades futuras que firmaban Audi y BIG, ambas confluyen ahora en una campaña en youtube sobre el nuevo AudiQ3. El coche es casi de lo de menos al lado de ideas y aplicaciones tan interesantes y potentes como las del propio Zieta y su prozessdesign, haciendo del proceso un objeto de diseño con su lema, todo lo que necesitas es menos;  Marten Claesson haciendo mucho con muy poco, de lo pequeño, del detalle, algo grande; o Eva Marguerre quien apuesta por reducir la cantidad de materiales, no las posibilidades; el mencionado Bjarke Ingels presentando su visión sobre la movilidad y la arquitectura con otro bocadillo, ¿Maximizar? ¡Optimizar!; y por último Michael McAlpine, quien firma la frase que da título a la entrada. Es llamativo que un lema tan simple como abierto, que tituló un movimiento el siglo pasado, sea revisitado, revisado, pervertido y estrujado para seguir teniendo una vigencia que ni su mismo autor probablemente imaginó. Aquel menos es más de Ludwig Mies van der Rohe, se ha traducido en esta creatividad optimizada que exige, menos ideas pero mejores.

via dezain

Encontrar la manera de presentar ideas o inquietudes con palabras que son tan evidentes que los no arquitectos realmente se interesan por ellos (Bjarke Ingels Group (BIG))

Con estas palabras se presentaba este arquitecto danés en la Conferencia anual sobre Innovación de Architectural Record para criticar el pésimo trabajo que hacen los arquitectos vendiendo sus ideas. Y puede que, efectivamente, esta sea su mayor innovación. El desenfado con el que Bjarke Ingels presenta sus proyectos despierta ciertas reservas para quien siempre ha mirado la arquitectura tras unas gafas de pasta, vestido de riguroso negro y cargado de teorías. La arquitectura es una disciplina que tiene responsabilidades con la sociedad y por ello debe guardar cierto rigor y buen hacer, pero el éxito de este danés no está en sus formas construidas, a veces insultantemente directas aunque bien ejecutadas, sino en sus formas visuales y verbales. Parece divertirse presentando propuestas novedosas y arriesgadas haciendo que parezcan improvisadas o encontradas. Y puede que exista el riesgo inherente de que al final todo parezca tan evidente como fácil, cuando en realidad esconde mucho esfuerzo y trabajo, pero deshaciéndose de tabúes y viejos modos, su arquitectura llega más lejos y más rápido. En un mundo de twits incesantes, bienvenidas sean estas nuevas formas donde la evidencia de las palabras hace interesante la arquitectura.

Han aparecido en la red algunos episodios de la serie documental Design People que retrataba a figuras del diseño y  la arquitectura entre los que encontramos a Zaha Hadid y Bjarke Ingels. Ambos aparecen explicando no sólo sus obras sino el camino recorrido, sus ambiciones y propuestas. Además ambos episodios se completan con el testimonio de críticos y colaboradores que ayudan a entender mejor la relevancia de estos dos exitosos arquitectos.

via dezain.net

Más pausado que de costumbre, o tal vez algo cansado tras un año tan intenso, Bjarke Ingels explica por enésima vez sus teorías en esa continua demostración por intentar convencernos de que la comunicación es la base para crear arquitectura cuando, en realidad, es el primer paso para tener un encargo (luego depende de cada uno hacer arquitectura o no). Pero, lo haga como lo haga, el éxito de su firma big es incuestionable, en 2010 ha sido galardonada con el European Prize for Architecture y él mismo está entre las 100 personas más creativas según fastcompany.  Por si fuera poco acaba de anunciar que abre oficina en Nueva York. Así que si, como él, eres un fan de Charles Darwin y su teoría de la evolución de las especies, se puede concluir que este danés debe ser algún tipo de arquitecto evolucionado.

video via edgargonzalez

Suele ocurrir que cuando algo no te gusta dejas de mirarlo, sin embargo hay veces en que nos molestamos en intentar entender qué hay detrás de eso que a primera vista no nos atrae. En una revisión del trabajo de Bjarke Ingels Group, cuya palabrería teoría sigue sin convencerme, he descubierto interesantes proyectos incluso más allá de la propia arquitectura. Este es el caso de My Playground, un documental de Kaspar Astrup Schröder que entrevista a grupos de parkour como el Team Jiyo junto a urbanistas, políticos locales, arquitectos y filósofos, todo ello con el  proyecto del arquitecto danés,  Mountain, de fondo; y el mayor parque para practicar free running del mundo como final. Es posible que además de correr libremente sea el momento de  crear libremente. ¿Será verdad esa teoría suya de que yes is more?

BIG and Fuglark to Design Faroe Islands Education Center

Winner of Next Wave Shelters & Kiosk Competition Announced

Como si de barrio sésamo se tratase. Dos fallos de concursos, dos escalas de proyectos, el primero de BIG, para un centro educativo (uno de los primeros proyectos de este estudio que no abusa en exceso del formalismo), el segundo de Michael Tite y Tom Ebdon, jóvenes arquitectos de Londres que han diseñado unas sencillas pérgolas y kioscos para un paseo marítimo de Sussex. Uno grande y otro pequeño, pero ambos con cierto interés.

+ info vía bustler