El MoMA no sólo puede visitarse en la gran manzana, ahora también puedes adentrarte en sus fondos vía online. Busca por artista, obra o incluso técnica e indaga en todas las piezas que esconde este museo, incluso, lejos de los ojos de los visitantes que recorren físicamente sus salas. Desde El Lissittzky al mismísimo Rem Koolhaas, pasando por Superstudio, descubre todo lo que esconde esta extensa colección de arte moderno que sigue creciendo cada día, también en la red.
Cuando está a punto de coronar el cielo de manhattan el proyecto 432 Park Avenue de Rafael Viñoly Arquitectos es sin duda algo más que una torre de viviendas. En palabras de este arquitecto uruguayo, una tipología de edificio que se ha convertido en ciudad ya no es una tipología, es algo más. Cuando hasta vanity fair publica un artículo sobre la emergencia de nuevas torres sobre el skyline de la ciudad de Nueva York es que algo está pasando. No sólo es la más alta, la más esbelta y, por supuesto, la más cara, también está definiendo piso a piso una posición social, según Viñoly, la relación con lo público. La expresión «altura de miras» nunca fue tan literal como la de este edificio cuya web de promoción y ventas (todavía queda alguno libre) te permite ver las cifras astronómicas y, a la par, la distribución y las vistas por debajo, a nivel o sobre tus vecinos. Un reto estructural a cargo de WSP, que describe emocionado Silvian Marcus y una reducción tipológica que Viñoly ha llevado hasta una elegante esencia que, en contra de su aparente minimalismo, puede efectivamente cambiar las convenciones. Una mirada diferente de quien huye de la especialización por la que apuestan otros estudios pero que, por supuesto, deja todo para atender al cliente.
[vimeo vimeo.com/74837121] [vimeo vimeo.com/89443066]via designboom
Channel Louisiana, es una interesante plataforma de origen danés con contenidos audiovisuales sobre arte, diseño, literatura o música entre otros. Entre estos otros, o a medio camino entre el arte y el diseño, hay varias entrevistas a arquitectos de renombre, algunos de los cuales explican sus obras o dan algunas pistas sobre su acercamiento a la disciplina. Entre todas ellas han sido las reflexiones de Thom Mayne, cabeza visible del estudio morphosis, las que han hecho que la imagen de portada tome unas dimensiones poco habituales. La fotografía es de la Cooper Union, universidad privada de Nueva York, de la que probablemente recuerdes su plástica carcasa de metal perforado pero cuyo interior puede que hayas pasado inadvertido. Evidentemente en la definición que Mayne da de la arquitectura están presente las formas, «somos nosotros quienes que les damos vida» pero, apunta, como «el resultado de un proceso de hacer preguntas, ponerlas a prueba, y re-formularlas y cambiarlas de un modo reiterativo» algo que hace de esta profesión «un modo de pensar, explorar, de inventar, de hacer y de participar del mundo». Sigue describiendo la situación del edificio, el papel de la institución, el proyecto como un lugar donde se entremezclan ingeniería, arte y arquitectura, una obra que quiere extender la idea de lo que es la Cooper Union como entidad, una plaza elevada donde la creatividad intelectual se conecta con la calle, con la dinámica propia de la ciudad, la invención de una forma que establece estas conexiones, una pieza que sólo puede crearse en este siglo, cuya suavidad tectónica contrasta con la ciudad, una caja simple envuelta en un velo de transparencia y luz, una obra que pertenece al «avant-garde» y que necesariamente se pronuncia y genera reacciones. Este conjunto de frases inevitablemente se traducen en el edificio. A pesar de su vehemencia final, aunque el edificio pudiera explicarse, es posible que siguiera habiendo a quien no le gustase, pero de alguna forma el edificio, sin voz, ya mantiene una conversación con la ciudad, es capaz de despertar críticas, preguntas y puede que incluso respuestas. En el fondo los edificios ya hablan por sí mismos, son el resto quien debe hacerse las preguntas correctas y escuchar atentamente a ver si las respuestas, a las que dio forma la arquitectura, tienen sentido en ese momento y en ese lugar.
Dos miradas inconfundibles, dos personalidades arrebatadoras y, puede, que un método común. «En el filo de la navaja» Enric Llorach realiza un ejercicio de análisis casi surrealista pero profundamente racional, en el que conecta la entrevista al director de OMA NY Shoei Shigematsu en crane .tv, el espíritu de OMA, el cuadro “L’Angélus”, de Jean-François Millet, el método paranóico crítico de Salvador Dalí, el libro Delirio de Nueva York del propio Rem Koolhaas, la ilustración de portada que firma Madelon Vriesendorp, al mismo Le Corbusier y la opinión de un teórico social como David Harvey considerando que las crisis son «racionalizadoras irracionales» de este sistema capitalista. Y todo esto a partir de esa corriente que exponen algunos de los que han pasado por esta oficina metropolitana de arquitectura, con carácter de escuela que enseña un método y no un resultado, y donde no hay un estilo predefinido sino, más bien, un estilo de pensar.
vía metalocus
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Entre todas las noticias y obras, una colgada de una grúa, un prisma prefabricado y menudo, contiene un concurso capaz de resolver uno de los retos a los que se enfrentan las ciudades, que hoy crecen con otras necesidades y velocidades. Una de las posibles soluciones que, más pronto que tarde, debe abordar la arquitectura para responder al aluvión de personas que cada día aumentan el censo de las grandes urbes. Por encima de la forma, la función, las normas y los miedos, es necesario empezar a tantear el terreno. Algunas exposiciones como aquella del MoMA, que profetizaba con fabricar la vivienda moderna y llevártela a tu solar, Home Delivery, pueden haber sembrado semillas suficientes como para que éste sea uno de sus frutos. Puede que por eso, entre otras circunstancias, el alcalde Bloomberg lanzara el concurso adAPT NYC. Apartamentos pequeños y prefabricados que pudieran colocarse en un pedazo de esa retícula ideal que tiene la ciudad de Nueva York. El resultado, sin embargo, trae a la memoria, y hace un homenaje, casi literal, a proyectos experimentales del pasado como el de Claude Prouvé y su edificio SIRH (recientemente demolido), o los módulos de Kisho Kurokawa en su Nagakin Capsule Tower (bajo amenaza de demolición), demostrando que la historia se repite una vez más. Esperemos haber aprendido algo en el camino para que no veamos en unos años como el sueño prefabricado se cae a pedazos de nuevo.
+info via plataformaarquitectura
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Hay ciudades que gravan la pasividad, aceleran los bioritmos y agotan al más enérgico. Ciudades sin descanso que impregnan todo lo que tocan. Nueva York es sin duda una de esas urbes inquietas y fugaces donde los eventos ocurren simultáneamente sin que el tiempo se detenga ni un instante. Por eso no extraña escuchar como la música recoge los beats urbanos y los remezcla hasta conseguir sonidos tan potentes y atractivos como los de moon hooch. Este trío de Brooklyn, compuesto de saxofones y batería, realizan un house algo salvaje, alborotado, libre y natural perfectamente apto para los escenarios que palpitan en este vídeo de edsanca del tema Low4.
Si los aeropuertos se han convertido en las imágenes de entrada a un país o ciudad, el transporte público es la siguiente referencia visual en la inmersión urbana y, aunque pase desapercibida, su tipografía es una seña de identidad inconfundible, capaz de guiarnos por un sistema nuevo en el que nos orientamos siguiendo letras y números. Si estas cuatro lineas han surgido de una breve reflexión es normal que la decisión de elegir e implantar una tipografía para el sistema de metro de Nueva York haya dado para un libro entero, Helvetica and the New York City Subway System del diseñador de tipos Paul Shaw. Aquí puedes dar un vistazo rápido al libro en sólo un minuto o escuchar una conferencia de su autor Paul Shaw – Helvetica & NY Subway
via typetoken
En sólo diez minutos, casi un mundo a la velocidad a la que saltamos de una página a otra, se consigue una visión amplia y una reflexión muy interesante sobre dónde está internet, cuál es su realidad física y cómo se dan las conexiones que mueven y acercan este mundo conectado. El artículo via architizer es un punto y seguido en esta tecnología que nos abstrae del mundo real del que, sin embargo todavía necesitamos cables y edificios por donde pasar todos esos datos que ahora mismo lees o escribo.
¿Cuantas oportunidades tienes normalmente de deslizarte por un tobogán? Así presentaba architizer su experiencia al deslizarse por el que el artista Carsten Höller ha instalado, esta vez, atravesando dos plantas del New Museum de SANAA de Nueva York, con motivo de una exhibición de título tentador, Experience. Si te pilla un poco a desmano tan sugerente atracción puedes ver como se los pasan los que pueden deslizarse por dentro de este tubo de acero y plexiglass, mientras se antoja la pregunta de si Kazuyo Sejima o Ryue Nishizawa volverán pronto a ver su obra, tan sólo, por el placer de deslizarse.
Por obvios que puedan parecer, una vez leídos, los tres puntos en los que resume Ray Oldenburg su libro The Great Good Place, merecen una atenta lectura via fastcodesign. Construyen un análisis sociológico básico sobre los espacios públicos de la ciudad, que resulta más cercano cuando se ha paseado por las calles de Nueva York, descubriendo la relación tan estrecha que los habitantes de la gran manzana mantienen con calles, plazas o parque, que además parecen responder con un cuidado diseño a un uso tan intensivo. Por eso mismo resulta más importante si cabe atender a estas claves y conceptos entre los que me ha llamado la atención el del pocket park. Un parque en miniatura que tiene como icono un ejemplo recurrente en el diseño de espacios públicos como es Paley Park, un oasis que se levanta unos escalones por encima del asfalto de Manhattan para dar forma, luz y sonido, a ese third place (tercer lugar), que tras la casa y el trabajo, nos permite desconectar, tomar un café, conversar, leer, descansar…
via architecturelab
jesarqit 