El regreso

Tres meses dan para mucho, pero no es nada comparado con los treinta que han pasado para que el Pritzker regrese a China. En poco o nada se parecen los dos galardonados chinos ni sus obras. Y es que el llamado Nobel de la arquitectura, igual premia un ‘star-architect’ que a un ‘amateur’, como el propio Wang Shu define su estudio y su práctica en sí. Lejos de intentar trazar una línea recta entre los premiados, la mayoría han aportado algo al panorama arquitectónico. En este caso, una obra ejemplar dentro del panorama global y muy particularmente en el de la propia China, sobre la que el nuevo Pritzker vierte esta reflexión «Hace cien años, el ritmo de vida chino era más lento que en la cultura occidental. En cien años, nos hemos convertido en los más rápidos. No tenemos tiempo para reflexionar»

lectura recomendada [El Pritzler más político de la historia]

Por circunstancias del guión, y siguiendo estas líneas, el blog sigue adelante, con más esfuerzo que frecuencia y con apuntes breves cuando la narrativa carezca de tiempo, pero sin abandonar esta bitácora de pensamiento, ahora de regreso.

 

1 comentario

Deja un comentario