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Archivo de la etiqueta: Francisco Javier Sáenz de Oiza

fotografía de arquitectura moderna española

Si estás dispuesto a recorrer todo lo que se despliega en la edición de PHotoEspaña 2014 no deberías perderte la exposición, Fotografía y arquitectura moderna en España, 1925-1965. En la fundación ICO se presenta la íntima relación que surgió, en el despertar de la arquitectura moderna española, entre dos disciplinas que entendieron su inevitable devenir de la mano. Quizás, porque como decía Walter Benjamin: «Cualquiera podrá observar cuánto más fácil es captar un cuadro, y sobretodo una escultura y hasta una obra arquitectónica en foto que en realidad». Son de hecho algunas fotografías, la única realidad que nos queda que aquellas obras y espacios que de la mano de arquitectos como Josep Lluís Sert, José Manuel Aizpúrua, Alejandro de la Sota, Miguel Fisac, José Antonio Coderch, Francisco Javier Sáenz de Oiza, Javier Carvajal o Fernando Higueras, entre otros; fotografiaron Català-Roca, Pando, Kindel, Paco Gómez, Schommer, Muller, Férriz, Luis Lladó o Margaret Michaelis, entre otros. Arquitectos y fotógrafos, fotografía y arquitectura, exploraron la modernidad tras un objetivo único que se recoge en 250 copias de época o reproducciones modernas, todas ellas en blanco y negro, en las que no sólo se reconoce la maestría con la que los arquitectos españoles adoptaron los principios modernos dentro del ámbito local, sino la genialidad propia de algunos casos singulares e incluso la influencia de aquellas obras monocromas en lo que hoy «renderizamos» en color.

fotografía de arquitectura moderna española_big

Ser Arquitecto es un oficio que no se hereda, ni se aprende, sino que se inventa para uno mismo (Francisco Javier Sáenz de Oiza)

Esta es una de esas frases que multiplican las interpretaciones y dan pie a repensar nuestra visión de la profesión, y de nosotros mismos. Así lo entendió Marta Poch, protagonista de la última entrada Del tirador a la ciudad dentro de la serie que retrata a esos «Otros arquitectos«, donde proyectistas con ocupaciones atípicas cuentan cómo y por qué llegaron hasta su actual dedicación. Un conjunto de relatos que parecen zarandear esa visión tradicional del arquitecto inevitablemente vinculado a los planos y el casco de obra. Un ejemplo más de re-invención personal, que introduce a la perfección esta cuarta entrega la frase de  Marta Poch, «Ser arquitecto se inventa».